Cuando Jesús volvía de la región de Tiro, pasó por Sidón y fue hacia el mar de Galilea, travesando el territorio de la Decápolis. Entonces le presentaron a un sordomudo y le pidieron que le impusiera las manos. Jesús lo separó de la multitud y, llevándolo aparte, le puso los dedos en las orejas y con su saliva le tocó la lengua. Después, levantando los ojos al cielo, suspiró y le dijo: «Efatá», que significa: «Ábrete». Y en seguida se abrieron sus oídos, se le soltó la lengua y comenzó a hablar normalmente. Jesús les mandó insistentemente que no dijeran nada a nadie, pero cuanto más insistía, ellos más lo proclamaban y, en el colmo de la admiración, decían: «Todo lo ha hecho bien: hace oír a los sordos y hablar a los mudos». Marcos 7, 31-37
La Fraternidad Misionera Verbum Dei fue fundada por el Padre Jaime Bonet en 1963, en Mallorca, España. Cuando el p. Jaime tenía 14 años, en una experiencia personal de diálogo con Cristo crucificado, sintió el llamado a hacer conocer el amor de Dios a todas las personas.
Esta experiencia personal se convirtió en el corazón de su vocación y en el germen de la futura fundación de “Verbum Dei”. Se dedicó intensamente a la predicación desde un estilo de vida orante que animaba a otros a seguir a Jesús y anunciarlo.
Su actividad apostólica dio origen a diferentes grupos. En este contexto, algunas jóvenes expresaron al Padre Jaime el deseo de consagrarse a Dios en esta misión.
El 17 de enero de 1963, el Obispo de Mallorca, Monseñor Jesús Enciso Viana, bendijo su primera casa y capilla, iniciando su vida juntos, la Rama Misionera.
Ya en 1966, algunos sacerdotes y jóvenes comenzaron a vivir este mismo estilo de vida. En el mismo año, el primer matrimonio misionero sintió el llamado a dedicarse al mismo carisma y misión desde su estado de vida.
El 18 de septiembre de 1969, el Excmo. Don Rafael Álvarez Lara erigió en Pía Unión el Instituto Apostólico Verbum Dei, integrado por las tres ramas.
En el año 2000, el Papa Juan Pablo II dio su consentimiento para que la FMVD fuera declarada Fraternidad única de Vida Consagrada.
Desde el inicio de la historia de Verbum Dei ha habido laicos que, en comunión con la Fraternidad, se han sentido llamados a compartir y vivir la espiritualidad, misión y carisma de Verbum Dei y junto con la Fraternidad forman la Verbum Dei Misionera. Familia . Por eso existe una profunda relación y trabajo conjunto entre los Miembros de la Familia Verbum Dei y la Fraternidad Verbum Dei.
Es un espacio vital de espiritualidad, una oportunidad semanal para que entremos en una atmósfera inspiradora de escuchar la voz de Dios a través de su Palabra. Consiste en detenernos de la prisas de cada día para expresarnos ante Dios y encontrar en El, respuestas a las preguntas más profundas que llevamos dentro, a la luz de su Palabra viva que nos habla directamente al corazón.
La Misión de Jesús nos envía a anunciar la Buena Nueva, esto implica ir y hacer discípulos de todas las naciones. La Escuela de Apóstoles es ante todo una escuela de vida. El enfoque es integrar nuestra fe y vida para formar a otros para ser discípulos de Jesús y evangelizadores en un ambiente secularizado.
Nos inspira promover la formación de las personas a nivel espiritual pero también a nivel humano, por este motivo nos urge ofrecer diferentes programas, talleres de formación para mujeres, matrimonios, jóvenes adultos, grupos mixtos.
Caminamos juntos en un proceso creciente de oración contemplativo-misionera. Saboreando la Palabra de Dios es una espacio inspirador para aprender a orar con la Palabra de Dios, sumergiéndonos en la experiencia de escuchar, iluminar la vida y desde allí ser testigos enviados a nuestros propios ambientes siendo expresión con el testimonio de vida y de fe, dejando fluir el dinamismo de la Palabra de Dios en nosotros: escuchar meditar, contemplar, vivir y anunciar.
La Dirección espiritual se realiza a través de citas concertadas de la persona interesada con las hermanas misioneras de Verbum Dei o miembros seglares de la Familia Misionera Verbum Dei. Allí serás escuchado, comprendido, acompañado a discernir desde la mirada de Dios ayudándote a crecer y desplegarte en tu itinerario espiritual.
«Mi querido Jesús, mi vida en Ti, contigo y como Tú…» (P. Jaime Bonet)»
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